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El adarve es una estructura defensiva que permite recorrer de manera segura el perímetro de la fortificación. En el siglo XVII el Marqués de Mondéjar llevó a cabo la transformación de este adarve en jardín privado del gobernador de Granada.
Si durante nuestro recorrido recomendado hemos llegado hasta la Torre de la Vela, podemos regresar hacia el acceso al Jardín de los Adarves o Jardín de los Poetas para iniciar la visita. Recuerda que todos estos lugares están disponibles con tu entrada Alhambra que puedes reservar online.
El Jardín de los Adarves
Al entrar en el Jardín de los Adarves a nuestra izquierda pasamos junto a la Torre de la Sultana; y a la derecha distinguimos la Torre de la Pólvora. Estos espacios tienen acceso restringido al público por lo que no se pueden visitar, salvo en contadas ocasiones.
Desde el mirador situado en su extremo occidental, al pie de la Torre de la Pólvora podemos contemplar una vista de la ciudad de Granada, del Bosque de Sabikas y de la muralla que discurre desde la Alhambra hasta las Torres Bermejas.
La distribución actual del jardín se reorganizó en el período de la dominación napoleónica por lo que tiene un estilo marcadamente francés.
Qué ver en el Jardín de los Adarves
En 1628, según consta, se construyó el primer pilar con fuente de tres caños adornada con motivos de genios marinos y delfines.
En este jardín encontramos dos palmeras de gran porte y un espléndido magnolio. El muro norte está recubierto de parra virgen y dispone de varios naranjos en espaldera.
La fuente situada en el centro del Jardín de los Adarves estuvo durante siglos coronando la Fuente de los Leones. En el siglo XX fue colocada en este lugar.
Recorriendo el jardín llegamos a la base de la Torre de los Adargueros donde se encuentra una pérgola metálica por la que trepa una glicina y parterres con flores estacionales como ranúnculos, alhelíes blancos…
Desde aquí iniciamos el camino hacia la salida del recinto de la Alcazaba que nos devolverá a la Plaza de los Aljibes.