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El Generalife era el lugar de descanso de las actividades oficiales de palacio donde se retiraban los sultanes granadinos. Aun teniendo una estrecha relación con la Alhambra era considerado como lugar independiente de esta.
Construido a mediados del s. XIII y redecorado en 1319 por Ismail I, el Generalife carece de excesos decorativos que le otorgan la intimidad y la quietud propias de un lugar de descanso. Junto al palacio encontramos jardines, huertos y dehesas para el ganado.
La denominación “Generalife” procede del nombre Yannat al’arif (Huerta del Arquitecto).
El actual Generalife ha sufrido innumerables transformaciones que nos impiden conocer su aspecto original. Ahora bien, hoy en día podemos disfrutar de las dos áreas que lo conforman y en los que el Patio de la Acequia es el elemento central.
Cómo llegar al Generalife
Por el Pabellón de acceso y una vez pasado el control de entradas Alhambra, bordeamos el Bosque del Generalife hasta alcanzar el cruce de caminos. En el cruce seguimos el camino central que bordeando el Teatro del Generalife nos lleva al Paseo de los Nogales desde donde, siguiendo por la derecha, tomaremos el camino central de los Jardines del Generalife, en los que podemos disfrutar de la Rosaleda de Torres Balbás, hasta el extremo norte donde se sitúa el Control de Entrada.
También podemos llegar hasta este control desde los Jardines del Partal en el interior de la Alhambra.
Este control nos da acceso a los diferentes pabellones del Palacio del Generalife.
Para poder entrar en el Palacio del Generalife es necesario tener en cuenta y respetar la hora de acceso asignada para la visita.
Patio de la Acequia del Generalife
Desde el Control de Entrada, recorremos el Patio del Descabalgamiento y el Patio de la Guardia y alcanzamos el Patio de la Acequia.
El Patio de la Acequia está delimitado por los Pabellones Norte y Sur del Palacio del Generalife y los muros que unen los pabellones a ambos lados del patio.
Este recinto ajardinado está dividido por una acequia, alimentada por la Acequia Real, que recorre el patio de norte a sur. El canal está bordeado de surtidores y en ambos extremos está coronado por sendas tazas de piedra. En la zona ajardinada se agrupan setos de arrayán, naranjos, rosales y cipreses.
Originalmente, los muros que bordean el Patio de los Arrayanes por el oeste carecían de aperturas al exterior con la única excepción del mirador que todavía se conserva.
Tras la Toma de Granada en el muro oeste se construyó la galería abierta, adornada con los emblemas de la Reyes Católicos, que nos ofrece, mediante arcos ojivados, una vista de las huertas y de la Alhambra.
El cerramiento que une por el este ambos pabellones es una crujía de dos plantas con estancias. El nivel inferior era utilizado principalmente en verano y el superior, con celosías, en invierno.
Pabellón Sur
El Pabellón Sur es por donde hemos accedido al Patio de la Acequia. Este pabellón no está abierto a las visitas.
En su momento fue el más importante. En la actualidad su fachada, en mal estado, conserva cinco arcos sobre pilares de ladrillo y dos columnas con capitales labrados.
La planta superior está integrada por una sala central y dos alcobas a ambos lados y un mirador abierto al Patio de la Acequia.
Mirador central
Recorriendo la galería oeste llegamos al Mirador central. Además de las vistas que nos ofrece, encontramos una rica ornamentación de dos épocas diferenciadas (Ismail I y Mohammed III).
El alfeizar de las ventanas del mirador tiene perfil bajo para poder contemplar las vistas estando sentados.
Las ventanas están enmarcadas con un poema piadoso en escritura cúfica.
Pabellón Norte
Seguimos por la galería y al llegar al pórtico de entrada del Pabellón Norte podremos admirar ejemplos de arquitectura decorativa nazarí en su fachada.
El pórtico de entrada consta de cinco arcos y da acceso al interior del pabellón atravesando tres arcos sobre columnas con capitales de mocárabes. La sobriedad ornamental de estos arcos resulta impresionante.
En sus orígenes, el Pabellón Norte constaba de planta baja y daba acceso a la Torre de Ismail levantada hacia 1319. Tras la Toma de Granada se le añadieron dos plantas.
Accedemos al Salón Regio donde quedamos asombrados por su ornamentación en las paredes y su techumbre de mocárabes.
Al fondo del salón está el Mirador de Ismail I cubierto de yeserías y con una preciosa techumbre de aljarafe de lacería desde donde se divisan los jardines inferiores del Generalife y el valle del Darro.
La visita continua hacia el Patio del Ciprés de la Sultana.