Índice de contenido
El Patio de los Arrayanes es uno de los paradigmas en los que la combinación de luz, agua, arquitectura y vegetación provocan una composición estética que «es un recreo para los ojos» (según el poeta Ibn Zamrak, 1333-1393).
Este culmen de la estética es el centro alrededor del cual se articula el Palacio de Comares de La Alhambra granadina.
La visita a este bello lugar está incluida en las entradas Alhambra con reserva a los Palacios Nazaríes.
¿Cómo llegar al Patio de los Arrayanes?
En el Patio del Mexuar, una vez visitado el Cuarto Dorado, justo enfrente tenemos la fachada del Palacio de Comares por la que accederemos al Patio de los Arrayanes.
Fachada del Palacio de Comares
Estamos en el Patio del Mexuar, donde se realizaban las audiencias públicas, presididas por el sultán, desde su trono situado sobre la escalinata de la fachada del Palacio de Comares. La fachada marca el límite entre la zona pública del Palacio Real y la residencia privada del sultán.
La concepción arquitectónica y la decoración integral de la fachada del Palacio de Comares le hacen destacar como una de las obras cumbres del arte islámico. Construida por Muhammad V para conmemorar la toma de Algeciras, en 1369.
En lo alto de la fachada encontramos un alero de madera finísimamente tallado, con largos canecillos, sobre una cornisa de mocárabes. Bajo esta cornisa, está labrado un poema de Ibn Zamrak en el que la fachada habla por sí misma explicando su significado.
La fachada del Palacio de Comares está elevada sobre una grada de tres peldaños de mármol. Toda ella está adornada con motivos vegetales (atauriques) acompañados de numerosas inscripciones de alabanza a Dios y a Muhammad V. La proporcionalidad de los espacios y la composición decorativa señalan la culminación de las artes decorativas nazaríes.
Puertas de la fachada
Encontramos dos puertas idénticas, rodeadas de alicatado que se apoya en el zócalo de cerámica. Sobre ellas hay sendos dinteles de yeso, adovelados.
Sobre las puertas hay ventanas gemelas con parteluz y arcos peraltados. Entre ellas hay una ventana con arquillo lobulado que contiene un texto coránico.
La puerta de la derecha comunicaba con la zona de servicio del Palacio de Comares. La de la izquierda, para un mejor control de la seguridad del palacio, da a una pequeña habitación y a un pasillo acodado, donde podemos contemplar las techumbres polícromas. Por aquí accedemos al Patio de los Arrayanes.
Patio de los Arrayanes
El nombre de este espléndido lugar hace referencia a los macizos de arrayanes que bordean los lados mayores del estanque.
El arrayán o mirto, es un arbusto o árbol de hoja perenne de intenso color verde. Esta planta es muy aromática y sus frutos son comestibles. Además de su uso ornamental, también es utilizada por sus propiedades medicinales.
Desde el acceso al Patio de los Arrayanes podemos contemplar:
La alberca
La alberca del Patio de los Arrayanes mide 7,10 metros de ancho y 34 metros de largo. Los expertos indican que la alberca es una representación del proceso vital.
En los extremos norte y sur hay sendas pilas de mármol. Los surtidores aportan el agua procedente de la acequia real (nacimiento). El agua remansa en el círculo de las pilas (continuación de la vida) y recorre el estrecho canal (ocaso), finalizando su recorrido en la alberca (eternidad).
El estanque central destaca la importancia de la imagen reflejada, que junto con la imagen real dan lugar a una composición estética de gran riqueza visual que rompe la horizontalidad del recinto.
A ambos lados de la alberca están los aposentos del palacio destinados a la residencia de las mujeres.
El Pórtico sur
Desde el mismo acceso al Patio de los Arrayanes, al fondo, a la derecha, se alza el pórtico sur y su galería.
Mohammed V lo mandó construir para cerrar el recinto del Patio de los Arrayanes.
La estructura y ornamentación del pórtico sur y de su galería, es copia de la del pórtico norte.
Tras su arco central, hay una sala cortada en diagonal por los muros del Palacio de Carlos V, que da acceso a la Cripta del Palacio.
Resulta muy gráfica la comparación de estilos arquitectónicos, de las formas de entender el espacio y la forma, entre las líneas livianas del Patio de los Arrayanes y la pesadez pétrea del Palacio del Emperador.
El Pórtico norte
En la galería norte está formada por siete arcos de medio punto sobre capiteles de mocárabes.
Este pórtico alberga la Sala de la Barca, antesala del Salón de Embajadores.