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Desde la entrada a la Torre del Homenaje seguimos por la base de la Torre Quebrada y accedemos a la calle principal de la Plaza de Armas que recorre el Barrio Castrense.
Plaza de Armas
Al inicio de la calle principal, a nuestra derecha, tenemos el área de viviendas donde se alojaría la oficialidad mientras que los soldados vivirían fuera de las murallas. A la izquierda se sitúan las zonas de intendencia, de artesanos, de almacenes y barracones de la guardia. Al final de la calle principal de la Plaza de Armas, a la derecha, están los baños y, a la izquierda, el aljibe.
Junto al nacimiento de la calle principal, encontramos dos oquedades circulares a modo de brocal, de un diámetro de unos dos (2) metros y una profundidad de unos siete (7) metros, que se corresponden con los restos de mazmorras o silos.
Seguimos caminando por la calle principal y al final del área de viviendas, a nuestra derecha, alcanzamos la Torre de Armas.
Torre de las Armas
El acceso original a la Plaza de Armas se realizaba por la Puerta de las Armas situada en la base de la Torre de las Armas. Parece ser que el nombre de la torre viene de la obligación de los visitantes de consignar cualquier arma que portasen para poder entrar en el recinto de la Alhambra.
Aquí podemos visitar la terraza de la torre para contemplar el paisaje.
Dependiendo de autores, Yusuf I o Ismail I construye la Torre de las Armas en el primer tercio del siglo XIV. Debido a la expansión de Granada fue necesario abrir una nueva entrada por el lado noroeste de la Alhambra. Este acceso cruzaba el río Darro por la calle Elvira.
Al pie de la torre se encuentra la Puerta de las Armas. Desde dentro de la torre se podía acceder a la calle del Foso o a la Plaza de Armas. El interior de la torre es un complejo entramado de estructuras defensivas. La defensa de los accesos se complementaba con las Torres del Homenaje y de la Vela.
Desde la azotea de la Torre de las Armas podemos ver: al oeste, la conexión con la ciudad baja a través del río Darro; al este, la entrada a la zona de los palacios. También podemos divisar la muralla norte de Granada, el alto Albaicín, Sacromonte y el cerro San Miguel. Solo por esto ya vale la pena adquirir las entradas Alhambra sin guía para disfrutar del lugar sin límite de tiempo.
Volvemos a la calle principal y continuamos el recorrido hacia el aljibe donde, antes de entrar en el Jardín de los Adarves por la Torre de la Sultana, podemos dirigirnos hacia la Torre de la Vela.
Dado que la Alcazaba no disponía de fuentes naturales de agua, se construyó el aljibe que se alimentaba del agua del río Darro para suministro de la población del recinto.